Te proponemos varios ejercicios sencillos que podrían ayudarte a tener un 2023 más alegre y menos desconectado de los otros.
El reto de la felicidad en siete días
Te proponemos varios ejercicios sencillos que podrían ayudarte a tener un 2023 más alegre y menos desconectado de los otros.
El desafío de siete días para la felicidad de Well te ayudará a concentrarte en un elemento crucial para vivir una buena vida: tus relaciones. Comienza por evaluar el alcance y la fuerza de tus lazos sociales con nuestro cuestionario [en inglés], y luego sumérgete en esta semana de consejos.

En 1938, unos investigadores de Harvard quisieron aprender qué es lo que hace que una persona prospere.
Reclutaron a 724 participantes, una combinación de estudiantes de Harvard College y adolescentes de bajos ingresos en Boston. Todos estaban dispuestos a dejar que los investigadores hicieran un seguimiento de sus vidas, desde los problemas de la infancia hasta los primeros amores y los últimos días.
Cada cinco años, los investigadores recopilaron los registros de salud de los participantes. Hicieron preguntas detalladas sobre sus vidas en intervalos de dos años y, en años posteriores, tomaron muestras de ADN y realizaron escáneres cerebrales. Veinticinco de los participantes incluso donaron sus cerebros para que fueran estudiados después de su muerte.
Ahora, 85 años después, el Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard se ha expandido a tres generaciones y más de 1300 descendientes de los sujetos originales. Según los investigadores, es el estudio sobre la felicidad humana más profundo y de mayor duración en el mundo.
De todos los datos, ha surgido un hallazgo muy claro: las relaciones sólidas contribuyen a que tengamos una vida feliz. Más que riqueza, coeficiente intelectual o clase social, la solidez de nuestros lazos es lo que determina si nos sentimos realizados.
Cómo puedes construir lazos sociales para ser más alegre
En un nuevo libro, The Good Life: Lessons From the World’s Longest Scientific Study of Happiness, Bob Waldinger, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard y uno de los directores del estudio, y Marc Schulz, director asociado de la investigación y profesor de psicología en Bryn Mawr College, han analizado las ideas del estudio.
Si este año quieres hacer algo para asegurar tu propia salud y felicidad, afirman los autores, dedícale tiempo a nutrir y desarrollar relaciones. Para ayudarte a comenzar, Waldinger y yo hemos creado este desafío: siete ejercicios simples que comienzan con el cuestionario de hoy.
Waldinger y Schulz han acuñado el término “aptitud social” para designar el proceso de evaluar y tratar la salud de nuestras relaciones. Es tan crucial como la buena forma física, dijo Waldinger, quien agregó que las relaciones descuidadas pueden atrofiarse, como los músculos. “Nuestra vida social es un sistema vivo y necesita ejercicio”, dijo. “Es una elección que haces para invertir, semana a semana, año tras año, y tiene enormes beneficios”.
Por qué es importante la ‘aptitud social’
El estudio de Harvard está lejos de ser el único que ha encontrado un vínculo entre nuestras relaciones y la felicidad. Una amplia investigación muestra que las personas que están más conectadas socialmente viven más y están mejor protegidas contra el estrés, la depresión y la disminución de la memoria y el lenguaje.
La soledad, en cambio, afecta nuestra salud física. “Creo que la soledad es una de las principales preocupaciones de salud pública de nuestro tiempo”, me dijo el cirujano general Vivek Murthy en un correo electrónico. Si bien la pandemia exacerbó la soledad, agregó, “también ayudó a que muchas personas hicieran un balance de sus vidas y reflexionaran más profundamente sobre la importancia de sus relaciones. Eso significa dar pasos en nuestro día a día para invertir en ellos”.
No solo son tus lazos con amigos y familiares los que son cruciales para la felicidad. También son las relaciones con parejas románticas y grupos comunitarios. Se trata de las conversaciones amables que tienes con el cartero o con el vecino que te encuentras cuando paseas al perro.
Haz el cuestionario
Hoy identificarás las áreas de tu vida en las que te gustaría estar más conectado. “Tal vez tengas muchas personas con las que puedes divertirte, pero no tienes a nadie en quien confiar sobre las cosas realmente personales y privadas”, dijo Waldinger. “O tal vez tienes muchas personas en las que confiar, pero no tienes a nadie con quien divertirte”.
Algunas cosas que debes tomar en cuenta:
No hay un número correcto de amigos. No te obsesiones con los números, dijo Waldinger. Se trata de la calidad de tus relaciones, no de la cantidad, así que trata de discernir qué es lo que más te satisface (nuestro cuestionario te ayudará a tener cierta perspectiva).
No necesitas ser extrovertido para mejorar tu aptitud social. Aunque las amistades adultas requieren esfuerzo, la felicidad no está fuera de tu alcance si eres tímido o introvertido, dijo Waldinger. Puedes relacionarte con otros en entornos más tranquilos en torno a las cosas que te importan. Prueba hacer actividades pequeñas y controladas, como un grupo de tejido, una clase de programación de computadoras, caminatas o trabajar en un huerto comunitario.
Nunca es demasiado tarde. A menudo, las personas asumen que es demasiado tarde para forjar relaciones, dijo Waldinger, pero ese nunca es el caso. En The Good Life cuenta muchas historias sobre personas que hicieron conexiones más adelante en la vida, como un hombre solitario de 68 años que se unió a un gimnasio después de jubilarse. Tres meses después tenía más amigos de los que había tenido en toda su vida.
De los archivos de la amistad: Amy y Al
Cada día del desafío, compartiremos historias de amistades significativas recopiladas de lectores de todo Estados Unidos.
En 2018, Amy Pechukas conoció a su amigo Al cuando alquiló un departamento en Northampton, Massachusetts. Al vivía en el departamento de arriba. No conectaron de inmediato. Amy, ahora de 42 años, tenía cuatro trabajos y pensó que Al, de 76 años, era un cascarrabias con límites cuestionables. Ayudaba a cuidar su casa de dos familias y con frecuencia entraba a su apartamento para ver cómo estaban sus dos gatos y dos perros.
Pero la peculiar forma de bondad que Al mostraba le fue gustando. “A menudo aparece para conversar espontáneamente, en momentos en que necesito que me lleve, y terminamos hablando durante horas”, dijo. “Salimos a caminar por la noche y discutimos sobre la ruta”.
La covid los acercó aún más. Durante el encierro, se reunían en la entrada para hablar sobre el virus o la política. Amy preparó una comida de Acción de Gracias, que comieron afuera en su porche con mantas eléctricas en sus regazos. Desde entonces han celebrado esa fiesta juntos.
Al todavía puede ser autoritario. Tiene ideas firmes sobre cómo se deben hacer las cosas en el hogar, y acerca de la forma “correcta” de rastrillar las hojas. Cada verano, le preocupa que el gato anciano de Amy, que se vuelve perezoso con el calor, esté al borde de la muerte.
Pero Amy siente una profunda gratitud por su amistad inesperada y por el cuidado constante y desinteresado que Al le ha mostrado a ella y a sus mascotas. “Cuando mi perra se enfermó gravemente hace un año y necesitaba que la cuidara las 24 horas, de vez en cuando volvía a casa y encontraba a Al en mi cocina lavando mis platos”, recordó. “‘No puedes hacerlo todo, Amy’, me decía. ‘Estás haciendo un gran trabajo’”.
Aunque Al no lo dice abiertamente, Amy sabe que a él le preocupa que ella se mude. Hace poco se entrevistó para un puesto fuera del estado y Al le dijo varias veces que sonaba terrible, recordándole que había otros trabajos más cerca.
“Nos divertimos mucho”, dijo. “Nos gusta citar diálogos de películas sin cesar, podemos hacerlo durante dos horas seguidas. El invierno pasado fuimos a patinar sobre hielo en el cementerio porque estaba inundado. Al es simplemente una buena persona”. —Catherine Pearson

El primer paso en el El reto de la felicidad en siete días es evaluar tus relaciones. Estas preguntas han sido diseñadas con Robert Waldinger, profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard, para ayudarte a hacer un balance de la variedad y la fuerza de tus múltiples vínculos sociales.
1. ¿Te satisface el número de amigos cercanos que tienes?
☐ A. Sí
☐ B. No
2. ¿Sientes comodidad entablando conversaciones informales?
☐ A. Sí
☐ B. No
3. ¿Con cuántos miembros de tu familia mantienes una relación estrecha?
☐ A. Ninguno
☐ B. De uno a tres
☐ C. Cuatro o más
4. ¿A cuántas personas podrías llamar a mitad de la noche si necesitaras ayuda?
☐ A. A ninguna
☐ B. Una
☐ C. Dos o tres
☐ D. Cuatro o más
5. ¿Cuándo fue la última vez que le agradeciste a alguien importante en tu vida?
☐ A. No me acuerdo
☐ B. Hace más de un mes
☐ C. En el último mes
☐ D. En la última semana
6. ¿Participas en alguna actividad de grupo, presencial o virtual?
☐ A. No
☐ B. Sí, un par de veces al año
☐ C. Sí, mensualmente
☐ D. Sí, semanalmente
7. Piensa en tu amistad más cercana (alguien que no vive contigo). ¿Cuántas horas estuvieron en contacto el mes pasado?
☐ A. Ninguna
☐ B. Una hora o menos
☐ C. De dos a cuatro horas
☐ D. Cinco horas o más
8. ¿Tienes pareja? Si es así, ¿qué parte de tu actividad social incluye a esa persona?
☐ A. No tengo pareja
☐ B. Casi toda mi actividad social
☐ C. Una cantidad moderada
☐ D. Muy poca o ninguna
9. Imagina a tu familiar más cercano. Si no pudieran volver a hablarse nunca más, ¿sabría esa persona lo que sientes por ella?
☐ A. No
☐ B. Sí
10. ¿Con qué frecuencia hablas con conocidos en tu barrio, en tu trayecto al trabajo o en tu lugar de trabajo o escuela?
☐ A. Nunca
☐ B. Rara vez
☐ C. A veces
☐ D. A menudo
☐ E. A diario
11. ¿Sientes satisfacción con las conexiones que tienes con la gente en el trabajo?
☐ A. No
☐ B. Sí
12. ¿Cuándo fue la última vez que armaste un plan social con alguien?
☐ A. No me acuerdo
☐ B. En el último mes
☐ C. En la última semana
13. ¿Cuándo fue la última vez que dijiste ‘sí’ cuando alguien sugirió una salida social contigo?
☐ A. No me acuerdo
☐ B. En el último mes
☐ C. En la última semana
Puntos por respuesta
A. cero; B. uno; C. dos; D. tres; E. cuatro.
Qué significan las puntuaciones
0-12: Eres autosuficiente, quizá más de lo que es bueno para tu salud y felicidad
Tienes algunos vínculos sociales significativos, pero tu puntuación da a entender que quizá no tengas mucha gente a la que acudir en busca de apoyo emocional y un sentimiento de pertenencia. Puede que simplemente seas más introvertido o que hayas perdido el contacto con algunas de las personas que te importan. Puede que te intimide la idea de hacer más amigos. Este reto te ayudará a empezar.
13-21: Tienes el esbozo de una red social sana
Hay varias personas en tu vida que te hacen sentirte en conexión: un buen equilibrio entre amigos y familiares, vínculos estrechos y personas de tu comunidad cuyos rostros conoces, aunque no sus nombres. Tienes gente que te ayudará y echará una mano si lo necesitas, y tú harás lo mismo por ellos.
22 o más: Estás en gran forma social
Te encanta estar rodeado de gente y sientes comodidad en la mayoría de los entornos sociales. Has encontrado comunidad en diferentes ámbitos de tu vida, ya sea en el trabajo, con viejos o nuevos amigos o en tu barrio. Tus fuertes lazos te ayudan a afrontar los altibajos de la vida.

Hace poco tuve una llamada de ocho minutos con mi buena amiga Tina, a quien conozco desde hace más de tres décadas. Parecía que nunca podía contactarla (tiene un trabajo muy exigente) hasta que le envié un mensaje de texto hace unos días proponiéndole una llamada telefónica de ocho minutos.
Suena raro, me respondió.
Vamos, le dije. Puedes hacerlo. ¡El presidente de Estados Unidos probablemente podría darme ocho minutos! Prometo no extenderme mucho. Escoge una hora.
A la hora acordada, la llamé por teléfono. En poco tiempo, hablamos sobre la salud de nuestras madres, hicimos planes de cumpleaños, chismeamos sobre un amigo que renunció abruptamente a su trabajo y se mudó a un pequeño pueblo mexicano, intercambiamos recomendaciones de libros y exploramos la posibilidad de la vida después de la muerte (veredicto: no estamos seguras). De manera intensa, conversamos sobre todos los temas antes de que Tina anunciara que nuestros ocho minutos habían terminado y, además, había llegado a la tintorería.
Colgué, sonriendo y tarareando una pequeña melodía. La había extrañado y no me había dado cuenta hasta que escuché su voz. También me sorprendió la cantidad de temas que cubrimos sin que la llamada se sintiera apresurada. Nuestra conexión fue breve, pero real.
Día 2 del Reto de la felicidad: prueba hacer una llamada telefónica de ocho minutos
Hoy tu objetivo será pensar en una persona que amas: alguien a quien extrañas, alguien con quien deseas conectarte más a menudo.
Envíale a esa persona un mensaje de texto rápido (o un WhatsApp) preguntándole si puede hablar por teléfono durante solo ocho minutos, lo ideal es que sea hoy, pero si no, prográmalo para esta semana. Incluso puedes copiar y pegar este párrafo:
¡Hola! Leí esto en The New York Times y me hizo pensar en ti. ¿Quieres que tengamos una llamada telefónica de ocho minutos esta semana?
Después de que hayan transcurrido los ocho minutos, decidan juntos cuándo será su próximo contacto, y luego respeten su compromiso de tiempo y despídanse de inmediato. (A menos que tu amigo tenga algún tipo de crisis, en cuyo caso es bueno estar en contacto de todos modos). Cuelga y disfruta de ese pequeño brillo de bienestar.
Bob Waldinger, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard y autor del libro de reciente publicación The Good Life: Lessons From the World’s Longest Scientific Study of Happiness, dijo que la mayoría de las personas ocupadas “tienden a pensar que en un futuro nebuloso tendremos un ‘excedente de tiempo’ para hablar con los viejos amigos”. Es posible que eso nunca suceda, así que usa el teléfono y el tiempo ahora mismo, afirma Waldinger.
El valor de escuchar la voz de alguien
Escuchar el sonido de la voz de un ser querido, dijo Claudia Glaser-Mussen, psicoterapeuta en la ciudad de Nueva York, “te regula emocionalmente”.
En ocho minutos, agregó, “puedo llamar a mi amiga Mary Beth de la escuela secundaria y decirle: ‘Te quiero mucho, esto es lo que está pasando’ o ‘Escucha, quiero contarte algo muy rápido’. Es un corto período de tiempo, pero puedes decir mucho, y hay tanta confianza como para que todas las hormonas del vínculo comiencen a moverse”.
Una salida rápida
Una conclusión rápida, acordada de antemano, resuelve un problema de conversación común que fue revelado en un estudio de 2021. Los investigadores analizaron 932 conversaciones entre parejas de personas y descubrieron que casi nunca terminaban cuando ambas querían. Algunas preferían continuar, mientras que otras sintieron que la interacción se alargó demasiado.
Cuando una persona termina la conversación demasiado pronto, escribieron los investigadores, o conversa sin prestar atención a las señales estándar de conclusión (como el uso de la palabra “en fin”), el resultado es lo que se conoce como un “problema de coordinación”. Una conversación con un límite claro de ocho minutos evita que suceda eso.
Un estudio de 240 adultos realizado en 2021 reveló que cuando los participantes recibieron breves llamadas telefónicas varias veces a la semana, sus niveles de depresión, soledad y ansiedad se “redujeron rápidamente” en comparación con las personas que no recibieron una llamada. Como escribe Waldinger en su libro, “algunos ajustes en nuestras relaciones más preciadas pueden tener efectos reales en cómo nos sentimos y en cómo nos sentimos con respecto a nuestras vidas: se trata de una mina de oro de vitalidad a la que no le estamos prestando atención”.
Prueba hacer una llamada telefónica de ocho minutos y cuéntanos cómo te va. Participa en los comentarios en este enlace. Cuéntanos ¿a quién llamaste y de qué hablaron?
De los archivos de la amistad: Rick y David
En cada jornada del Reto de la felicidad en siete días, de la sección Well, compartiremos historias de amistades significativas, recopiladas de los testimonios enviados por lectores de todo EE. UU.
Rick Knapp, de 73 años, conoció a su mejor amigo, David, durante su último año de secundaria en Maryland, y una tragedia compartida los unió. Cuando hablaban sobre sus respectivas familias, se enteraron de que sus madres se habían suicidado unos años antes.
“Qué asombrosa —trágica, pero asombrosa— coincidencia, especialmente en ese momento cuando había un gran estigma en torno al suicidio y los problemas de salud mental”, dijo Rick. “Nadie hablaba de eso. Nuestros padres ni siquiera usaban la palabra ‘suicidio’”.
Durante cinco décadas, ambos hombres se han permitido mostrarse vulnerables sobre esas pérdidas, y han actuado como terapeutas mutuos cuando no tenían acceso a un especialista. Según Rick, David tiende a ser más expresivo y emocional y eso lo ha ayudado a abrirse.
Estos amigos rara vez han vivido en el mismo estado, pero se han comprometido a mantenerse en contacto. Cuando Rick servía en la Fuerza Aérea y estaba apostado en Europa, los amigos se mandaban cintas de audio de un lado a otro, porque no podían pagar las llamadas internacionales. Han intercambiado cartas y ensayos, y finalmente colaboraron en un libro sobre su amistad. Ambos aman la fotografía y hacen viajes anuales con otros dos amigos para tomar fotografías, relajarse y conectarse.
“Perder a mi madre fue una experiencia profundamente personal”, dijo Rick. “Mi primera inclinación fue retraerme. Sentí como si estuviera en una niebla durante varios años”. Conocer a David cambió eso.
“Es como cuando levantas la válvula en la parte superior de una olla a presión”, dijo. “De repente, el aire puede salir”.
